Por Cecilia Blume.

En el Perú no nos gusta discutir las cosas y ponerlas sobre la mesa, y no queremos entender que tenemos, de una vez por todas, decidir si vamos a tener minería y cómo vamos a tener minería, y si queremos que la haya tiene que darse de una forma tal que pueda convivir con el medio ambiente y con diversas actividades productivas.

Si hubiéramos discutido esto a en su momento, no tendríamos a los antimineros, que lo que están haciendo es comer del pleito, y esto nace en la falta de transparencia que se percibe. Aquí estamos en medio de un serio problema: a los peruanos no nos gusta obedecer a nuestras autoridades. Los elegimos en base a lo que ofrecieron durante la campaña, pero luego no queremos entender que nuestros ministros son los que deben tienen que tomar las decisiones en cada caso. Me refiero, puntualmente, al tema de Conga. Hay quienes siguen insistiendo en que el Estudio de Impacto Ambiental fue aprobado de manera irregular, cuando es absolutamente falso. El peligro es que parezca que no tenemos capacidad de Estado para hacer cumplir las decisiones.

Pienso que se pudo prevenir y evitar esta situación (las protestas en Cajamarca contra el proyecto Conga) porque es un conflicto antiguo, no es reciente. Este gobierno tiene en su seno, de alguna manera, a muchos representantes del sector antiminero, pero están también quienes creen, como es lógico, que los contratos firmados hay que respetarlos. Es la llamada ‘teoría de continuidad del Estado’. No puede ser que, si entra un gobierno nuevo se empieza a revisar todo. Sin embargo, en el fondo creo que el presidente entiende que si no hay utilidades no hay presupuesto para ejecutar los planes sociales.

Lo primero que yo haría en una situación tan difícil como esta sería buscar que la población, desde todos los sectores, respete a mis ministros. Mantener ese principio de autoridad es primordial. Luego iría a los pueblos que están protestando, y me dedicaría a escuchar, a hablar con ellos. A pesar de lo difícil que es, me tomaría todo el tiempo del mundo en escuchar y entender, no me quedaría en Lima dentro de mi ministerio o de una oficina. La única manera de solucionar esto es con diálogo, un diálogo extenso y claro. Y el Gobierno no lo está haciendo; yo espero que sea capaz de pactar con los gobiernos regionales, que son los que juegan un rol fundamental en estos conflictos.

Sigue el debate:

Sandro Venturo: Detrás del escenario

Javier Torres: En busca de un pacto minero

Javier Diez Canseco: Zonificar para no especular

David Rivera: En busca de señales perdidas

Miguel Santillana: Una cosa es con guitarra y otra con cajón

Carlos Monge: Reacción al conflicto social en torno a la minería